Gina era una juguetona perra pastor alemán cuando fue a Irak entrenada a dtectar bombas con el olfato. Parte de su trabajo era ir en búsqueda de explosivos y en el transcurso presenció todo tipo de explosiones. Regresó a Colorado, EE. UU apanicada, se rehusbaa a entrar a cualquier edificio, cuando en contacto con personas huía o se arrumbaba contra la esquina de una habitación. Un veterinario militar la diagnosticó con trastorno de estrés post-traumático.
|
etiquetas: perros , animales , guerra , estrés , posttraumatico