Conseguirlo no fue nada fácil. «De lunes a jueves, estudiaba una carrera y viernes y sábado otra. Así durante cuatro años», relata Nereida Bueno. Terminó ambas con calificaciones de infarto y 34 matrículas de honor. Su universidad decidió que no podía dejarla marchar y le dio la oportunidad de ejercer la docencia, cuando todavía era alumna. Le propusieron impartir una clase en primero, en plan sustitución, para observar cómo me desenvolvía. A la edad en la que muchos españoles ni estudian ni trabajan, ella ejerce la docencia universitaria
|
etiquetas: nereida bueno , profesora de universidad