Unos padres suecos han decidido que, para demostrar que el género (vamos, el sexo) no es un hecho biológico sino una construcción impuesta por la sociedad, van a experimentar con su hijo de dos años no diciéndole a nadie si es niño o niña. Los expertos discrepan sobre los efectos del experimento en el niño (o niña) al que, huyendo de los nombres masculinos o femeninos, llaman "Pop". Traducción al español:
docs.google.com/View?id=dchq9npq_22dhz5z2fb