Los guardias de seguridad de una empresa canadiense violaron a mujeres pobres que buscaban entre los desperdicios de roca restos de oro en Papúa Nueva Guinea. Las ONG reclaman que los gobiernos de las empresas controlen su actividad en países extranjeros. En su informe de 94 páginas, HRW describió los excesos cometidos en la mina de oro por fuerzas de seguridad de la empresa Porgera (PJV). “Entrevistamos mujeres que describieron la brutalidad a la que fueron sometidas en la mina de Barrick”, señaló un investigador de la organización.
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