Según Eugene Kaspersky, fundador de la empresa antivirus del mismo nombre, el gusano stuxnet infectó toda una planta nuclear rusa dejándola fuera de servicio e incluso llegó a bordo de la Estación Espacial Internacional a través del llavero USB de un astronauta ruso. El especialista en seguridad informática explicó que la infección a bordo de la estación es algo que pasa de tanto en tanto. Kaspersky puso estos dos ejemplos extremos para demostrar que no es necesaria una conexión a Internet para ser víctima de gusanos espías industriales.
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