Siria posee un importante volumen de reservas de petróleo que asciende a 2.500 millones de barriles, cuya explotación está reservada a las empresas estatales. Gran parte del interés de los países occidentales es apropiarse de estas reservas de crudo junto a los enormes yacimientos de gas que posee el país y que podrían abastecer a toda Europa por décadas. Estos yacimientos aún no están en explotación y es parte del valioso botín que ansían Washington y Londres. Rel:
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