Los juegos de mesa son tan antiguos como la civilización, pero la mayoría de personas no saben que en los últimos 30 años se han producido avances enormes en jugabilidad y variedad. Actualmente vivimos una época dorada para los juegos de mesa.
Hay mucha gente que repudia los juegos clásicos por depender mayormente de la suerte de los dados. A mí son los que más me sirven para jugar con mis sobrinas pequeñas. Son 4 normas sencillas y puede ganar cualquiera, lo que incentiva volver a jugar. Incluso como lección de vida.
#3 ¿Qué edad tienen? Yo he descubierto recientemente Carcassonne, y me ha encantado. Hay una versión junior, a partir de 4~5 años, y la versión normal la recomiendan a partir de 8 años.
Antes me encantaban los juegos de mesa "nuevos", estaban para mí a medio camino (unas más, otros menos) entreel parchís y el dungeons and dragons... pero con la edad he aprendido a apreciar la genial capacidad de entretenimiento de la simpleza de los juegos clásicos.
Comentarios
Siempre quedará el teto de mesa.
Hay mucha gente que repudia los juegos clásicos por depender mayormente de la suerte de los dados. A mí son los que más me sirven para jugar con mis sobrinas pequeñas. Son 4 normas sencillas y puede ganar cualquiera, lo que incentiva volver a jugar. Incluso como lección de vida.
#3 ¿Qué edad tienen? Yo he descubierto recientemente Carcassonne, y me ha encantado. Hay una versión junior, a partir de 4~5 años, y la versión normal la recomiendan a partir de 8 años.
#4 mi sobrina de 7 años me da palizas al Age of War y eso que se supone que es para +14. No he probado Carcassonne pero le echaré un ojo.
#3 Hay juegos para esas edades donde los peques tienen mayor decisión que sacar un 5 en un dado.
#3 a mi sobrino pequeño le encanta Virus, que es de cartas.
La verdad es que hay de muchos tipos, el mercado es muy amplio.
#3 Completamente de acuerdo!
Antes me encantaban los juegos de mesa "nuevos", estaban para mí a medio camino (unas más, otros menos) entreel parchís y el dungeons and dragons... pero con la edad he aprendido a apreciar la genial capacidad de entretenimiento de la simpleza de los juegos clásicos.
Y yo que era tan feliz con el tragabolas
#1 Yo no, pero de alguna forma tenía que pagarme los estudios.