Ser brillantes y haber contribuido al mundo con increíbles descubrimientos históricos, no hace que los científicos sean diferentes al resto de los humanos, al menos en lo sentimental, claro está. En el plano amoroso, puede que varios genios dejaran mucho que desear, pero lejos del estereotipo del nerd solitario, aburrido y con ineptitudes algunos protagonizaron lujuriosas y entreveradas historias de amor
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#1 Dos cabezas piensan más que una
Schrodingen era fiel e infiel, a la vez.
Falta Richard P. Feynman.