Hace 1 año | Por Andaui a epe.es
Publicado hace 1 año por Andaui a epe.es

Los tesoros artísticos han sido codiciados desde su primigenia existencia y convertidos en botín de guerra sin el más mínimo escrúpulo ante el hecho de despojar a sus legítimos propietarios o a las culturas que los forjaron de su patrimonio. Repasamos cinco casos flagrantes, desde el expolio nazi al saqueo de arte del Antiguo Egipto, pasando por la apropiación franquista.

Comentarios

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Habría que incluir ahí el spanish Gift que llaman los ingleses humorísticamente.

Una colección de mas de 160 cuadros entre ellos cuadros de Velázquez, ribera, Van Dyck, Goya, etc.. (el famosos aguador de Sevilla entre ellos) que fueron incautados a los franceses y que cuando Wellington quiso devolverlos a España el mil veces maldito Fernando VII (Borbon, como no) le dijo que se los quedase.

Don_Pichote

El ciudadano medio no sabe diferenciar una copia de una obra real. O una piedra pulida de mármol. En muchos museos pone “copia” en letras pequeñas y estoy convencido que la mayoría ni se entera, porque nadie se lee 1000 cartelitos de vasijas, joyas, o cascos.

Los museos deberían acercar a la cultura e historia del mundo a sus ciudadanos. Y para eso no se necesitan solo piezas originales.