Envía este bonito artículo el Dr. Rafael Tomás Caldera. Está escrito por Enrique Orschanski, médico pediatra, y se publicó en uno de los diarios de Córdoba.
El mero hecho de pensar que mis difuntos pueden estar observándome mientras cago en el baño, me hace pensar que "la muerte" para siempre no es tan mala.
Comentarios
Muy bonito. ¿Y los padres? Porque el mio se murio con 13, lo he echado de menos y si solo se ha hecho invisible es un hijoputa.
No me gustan las memeces edulcoradas que se sienta a escribir alguien que está muy tranquilo.
#3 Estoy contigo. Luego la gente se desencanta. Esto es como lo de los reyes magos, engañar para edulcorar y luego ya te pegarás la hostia.
Todos los bichos se mueren, los humanos son bichos, ergo también mueren.
El mero hecho de pensar que mis difuntos pueden estar observándome mientras cago en el baño, me hace pensar que "la muerte" para siempre no es tan mala.
Cierto, los abuelos nos acompañan toda nuestra vida.
#2 sobretodo cuando nos masturbamos.