Hace 1 año | Por blodhemn a elmundotoday.com
Publicado hace 1 año por blodhemn a elmundotoday.com

Cansado de sus constantes exigencias sobre derechos laborales básicos, Amancio Ortega ha decidido entregar a estos dependientes a la Sanidad Pública porque considera que es «el lugar que corresponde a los que viven instalados en la cultura de la queja». Al empresario le indigna que en su propio país se le exija más que en los otros países donde tiene contratados a trabajadores. “En España protestan, en Bangladesh trabajan”, ha señalado. “Algunos tienen órganos que podrían servir”, sugiere el empresario.