Así rezaba la publicidad de una legendaria marca de coñac español, para luego puntualizar ¡¡no más!! Y es que el obtuso anuncio aseguraba que la ingesta de una copa del licor ayudaría al consumidor a sentirse “reconfortado y con completo domino de sus nervios” para luego recordar que más de un trago podía terminar en “la consiguiente multa”. Eran otros tiempos. Coñac para conducir, cerveza para niños, tabaco para asmáticos o perfumes de cocaína…
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