La casa de Samuel podría ser la portada de un catálogo de Ikea. El papá intenta leer tranquilo en la mesa, mientras el pequeño construye trenes con los cuentos, y el mayor está a punto de descalabrarse desde el sofá. El padre levanta los ojos por encima de las gafas: “¡Venga, que ya toca el cuento!”. Todo se para y se arremolinan a su lado. Llega la paz. “Con el érase una vez se abre una cúpula a un mundo en el que todo el posible y los niños lo sienten así, como la puerta que se abre a un mundo paralelo donde ocurren muchas cosas"
Comentarios
1. Dando ejemplo.
#1 eso que te vean leer de manera frecuente, leerles desde pequeños y cuando ya saben leer leed entre los dos
#1 ale! Ya salió el radical!
Los míos se han enganchado así: un Kindle viejo cada uno y un prespuesto de 10 € al mes para que escojan los libros que quieran. Tienen conectada una tarjeta prepago recargable a la que recargo hasta los 10 € el mes, es decir, si un mes no gastan, el siguiente tiene 10, no 20. Podría darles un poco más, pero el hecho de ser limitado hace que se entretengan mucho leyendo reseñas, escogiendo muy bien el libro o los lirnos que esos 10 € les permiten comprar. A veces con las ofertas les da para 3 libros al mes. Y los devoran. Quizá esté fomentando el consumismo, pero es de libros. Los de papel ya les llaman menos la atención. Creo que es un mal menor.
#8 Creo que tu conducta es ejemplar, no solo por fomentar la lectura en tus retoños sino por hacerles entender que los libros no son gratis. La mayoría de familias que conozco han criado a sus hijos con pelis de Disney descargadas del torrent.
#10 Bueno, también han visto muchas películas, incluso no específicas para su edad. Lo que no han hecho es ser "aparcados" delante de la tele o la tablet, nunca. Las noches de viernes o sábados son de "cine en casa" para ver una película o dos capítulos de una serie. Aunque los mayores son ya adolescentes y uno en la universidad, siguen esperando esos ratitos de todos juntos con sofá, manta, palomitas...
Y nosotros los padres, pues lo disfrutaremos mientras dure, que un día dejan el nido y...
#15 No pretendía criticar las películas infantiles sino el que se transmita, a las nuevas generaciones, que piratear es lo normal. Mi sobrino de 10 años no entiende que su tío pague por los videojuegos y, en cuanto a la lectura, he llegado a ver a gente leyendo un libro descargado e impreso en folios sueltos.
Soy un cascarrabias con este tema y, la verdad, no quería desviarme del tema del fomento de la lectura. Disculpa.
#16 Bueno, yo también estoy en contra del "pirateo por costumbre". Hay veces en que es imposible encontrar una película concreta y la gente la busca donde puede. Pero lo que jamás he hecho ha sido no pagar por un libro. Y el motivo principal es que detrás de un libro hay UNA persona, con su idea, su tiempo, su trabajo... y detrás de una película hay una difusa megacorporación que gana mucho más de lo invertido, y es un gran negocio. Sí, hay editoriales que son una mafia, pero de da más apuro piratear algo que sale de la mente de una única persona con nombre y apellidos. Sí, piratear es piratear, y siempre es malo. Pero "perdonaría" un poco el de las películas y no perdono el de los libros. Y con el software me pasa igual. Uso LibreOffice desde los tiempos de StarOffice, y soy de los que tiene hasta la licencia del WinRAR y compró el cliente de EudoraMail en su momento. Y siempre que puedo, software libre. Mis niños usan Gimp, LibreOffice, etc. Aunque en Windows. Es muy difícil huir de él, igual que de Google. Lo he intentado, pero alguien te envía un Calendar compartido, un enlace de Drive, y ya la hemos cagado. Yo tb me he salido del tema de los libros
#18 ¿tú eres el que compró winrar?
Para mí no hay diferencia entre la labor de un escritor y de cualquiera de los técnicos, artistas e, incluso, ejecutivos y administrativos de esas megacorporaciones, que participan en una película o cualquier producto multimedia. Ambos sabemos que lo criticable no es buscar una peli rara en un momento dado sino aprovechar que es muy sencillo conseguir contenidos digitales protegidos, de forma habitual, sin plantearse pasar por caja. Creo que es especialmente preocupante en los jóvenes quienes, en un gran porcentaje, trabajarán en algo relacionado, más o menos directamente, con la creación o distribución de productos digitales.
Por favor, no te lo tomes como algo personal. Solo es mi impopular opinión. Me sigue pareciendo loable lo que cuentas en tu primer comentario.
#19 te entiendo. Sigue siendo poco ético y delito, pero a mi me parece menos grave, y sé que estoy en un error. Apenas he descargado, sólo cuando era imprescindible, y ya hace eones. Te adjunto la prueba (de 2003) de lo del rar Y tengo sofware comprado mucho antes, como mi amado Lotus Organizer.
Tengo unos 26 años de correo guardado
#22 Sigue siendo poco ético y delito
En España la descarga de productos culturales si no se hace con ánimo de lucro no es delito alguno.
#10 Sí que daño hace la piratería... Pobrecitos lxs artistas que lloran, mientras roban a las Haciendas de sus países. A lo mejor esos artistas, que son una minoría, pero son los que más presionan para censurar Internet, deberían de dejar de vivir en yupilandia, donde creen que de verdad tienen que ser millonarios, porque hay una ley divina que lo dice. Es más si teniendo dinero a mansalva encima te sigues quejando, a ti te importa tanto la cultura, como a los machistas las mujeres. Y lo digo como autor y activista pro-derechos digitales.
Por cierto, lxs autorxs que creamos con licencias libres sí nos interesa la cultura, bastante antes que el dinero.
Saludos.
#8 Espero que no les de por leer Crepusculo o 50 sombras...
Tener un montón de libros tirados por casa funciona bastante bien.
No hace falta ni que sean para niños, mi hermano se leyó "El Perfume" con unos 8 años y todavía no ha matado a nadie. ^_^
#7 pues a ver si tienes suerte. Yo a esa edad hacia algo parecido y cuando era más pequeño siempre le leía antes de dormir. Tuvo una época en la que si leía pero llegado un momento ya no. Sucumbió a lo fácil, el puto YouTube.
#9 Si, cuando tenga móvil ya veremos. Queremos retrasarlo al máximo. Y cuando lo tenga probablemente a partir de cierta hora no se podrá usar. Pero sé que se dice más fácil que se hace.
A hostias, como con todo lo demás. El truco no es que los niños hagan algo por amor, curiosidad, educación o pasión, sino por pavor a la mano recia y firme de su amantísimo Padre.
Eliminando el WiFi en tu casa.
#2 Entiendo que tu propuesta busca diluir o reducir el odio hacia los libros focalizándolo hacia tu persona.
#3 Pues puede ser. Pero alomejor así conseguiría que mi hijo se leyera un puto libro en su vida. Y lo he intentado todo, por las buenas, por las malas, con sobornos, recompensas y nada, no hay manera.
#4 En realidad deben engancharse a la lectura antes que a los móviles. Si no, lo veo chungo. En nuestro caso lo que estamos haciendo es:
1. Que nos vean leer
2. Teniendo muchos libros, por supuesto también apropiados para su edad.
3. Estableciendo un horario razonable de ir a la cama (9:00, 9:30) para que de tiempo a leer un rato.
4. Ni móviles ni tablets.
Eso sí, todavía son "pequeños" (8 y 6), pero hasta el mayor, que es más reacio empieza a cogerles el gustillo.
El mío tiene tres añitos y cada tarde o noche me pide leer un cuento, dos o tres. NUNCA le digo que no.
Primero, haciendo que haya libros, 'muchos' libros adecuados para su edad. Tampoco tienes que convertir tu casa en la Biblioteca Nacional, pero el roce hace el cariño. Es difícil coger aprecio por algo que no tienes.
Luego, creo que entendiendo que uno se vuelve lector cuando se crea el hábito de lectura, y que para crear el hábito hay que dejar espacio a la lectura. Si tenemos niños que pasan 10 horas al día haciendo 'cosas', entre colegio, extraescolares y actividades deportivas, es complicado que lean porque cuando llegan a casa están agotados. El lector, para mí, nace de poso del aburrimiento de lo cotidiano. Hay mil cosas que, a priori, son más estimulantes que un libro: dibujos, videojuegos, jugar en el parque con los amigos... si el niño/a no tiene tiempo para aburrirse, para que abrir un libro y sumergirse en él, no le parezca una buena idea, difícilmente leerá.
Otro aspecto importante es nunca imponiendo la lectura. La lectura no debería ser una obligación, ni deberes. Tampoco hay una edad en la que se debe empezar, ni nada parecido. Son niños, no máquinas. Cada uno tiene una madurez y un desarrollo. Hay niños a los que la pasión por la lectura se le puede despertar a los 6 años y otros los 16 (si es que a esas les queda algo de niños). No es una carrera, debería ser una afición, igual una pasión.
Por otra parte, superado el despertar a ser lector, me parece que algo fundamental: que lean lo que quieran. Los padres, más cuando nos gusta la lectura, podemos caer en la tentación de 'convencerlos' para que lean lo que a nosotros nos gusta. Error. Que lean lo que les dé la gana. Ya desarrollarán gustos y les llegará a gustar el Ulises de Joyce, o no, no todo lector tiene que ser un gafapasta impenitente. Lo mismo se pega toda la vida feliz, leyendo novela negra y viendo como los lectores de la 'Berdadera Literatura' le miran con desdén.
Y sí, lo de que te vean leyendo tampoco está de más, predicar con el ejemplo. Es difícil que los niños piensen que los libros son la hostia si no sueltas la PlayStation y el Menéame.
PD: El ebook otorga mucha comodidad a los críos y ahorra espacio. Además, ahora muchas bibliotecas tienen préstamo digital, lo que favorece que puedan tener un catálogo decente y accesible.
Dejando libros de Elige tu propia aventura por ahí.
Y unas enciclopedias gordotas viejunas llenas de ilustraciones. Y unos libros de fantasía con portada vieja y desgastada, y hojas con olor a madera.
Poner una tablet con algún juego en medio de la sala como cebo, que esté programada para ir funcionando a trompicones cuanto más tiempo lleve usándose. El cebo debe generar frustración, ira, odio, y finalmente deseo de desahogo con cualquier alternativa que encuentre a su alrededor. Entonces completará el camino al lado oscuro.
No obligando a leer los grandes clásicos a determinadas edades y favorecer el hábito de leer lo que ellos quieran (con algo de orientación).