Llegué a Cemuru Lawang con la noche ya echada. Lo primero que me llamó la atención es que hiciera frío cuando apenas una hora atrás sudaba en manga corta. Lo segundo, tristemente, me sorprendió menos. No anduve ni quince metros cuando un falso guía me quiso llevar ante los guardas del parque alegando que ya estaba dentro de él y no había pagado entrada. Me deshice de él y tres pasos más adelante otro me ofrecía violentamente una habitación espartana a un precio astronómico.
Comentarios
La salida del sol en Bromo es espectacular... ver como se va desplazando la niebla como si fuese liquida... parece una pintura.
Tomada desde el mismo sitio del que se toma la foto del articulo pero mirando al llano:
media.php?type=comment&id=11698914&version=0&ts=1351504175&image.jpeg