En 2013, un incendio en la sala de máquinas del Carnival Triumph ocasionó que el barco, con 3.413 pasajeros y 1086 tripulantes, se quedara sin energía, a la deriva. No funcionaban los motores, ni el aire acondicionado... ni el sistema de deshechos. Los inodoros empezaron a desbordarse y los desechos humanos de los pisos superiores comenzaron a filtrarse a través de las paredes de los camarotes de la cubierta inferior. Durante una semana, los pasajeros acabaron durmiendo hacinados en las cubiertas para poder respirar, con mascarillas.
Comentarios
Un crucero de mierda
#1 Se ve que rodeado de lujo había mucha mierda tapada
¿Metían los excrementos en bolsas? Pues podían haber hecho como los alemanes en sus submarinos cuando navegaban en superficie.
#3 aplaudo el ingenio humano.
Qué mal, leí extremeños.
#2 ¿Qué tienes contra los extremeños?
Luego te venden que unos jubilados les sale más barato estar en un crucero que vivir en su casa, como si un crucero fuera gratis y un asilo para jubilados. Desde el covid se vio que los cruceros son lo peor para contagios y un palo grande para las ciudades donde atracan tanto en términos medioambientales como en términos de saturación de las ciudades turísticas con puertos para estos barcos...
No voy a criticar a nadie que yo soy el primero que hice un crucero.
Luego, con el tiempo, te das cuenta de que el turismo interesante no es lo que se vive en resorts o cruceros sino meterse en los mercados, comer donde comen los locales y huir de los sitios llenos de Starbucks y demás.
-Dónde está el lujo, que yo lo vea.
-No se ve; se huele.