«Fue muy incómodo de ver. Hasta que no empezaron a follar no terminó la tensión, lo cierto es que sentimos alivio cuando se decidieron». Con estas palabras comentaba esta mañana un empleado de la compañía Jenkins&Co. el momento en el que Laura Segura, del departamento de Distribución, y Rodrigo Lombardo, de Ventas, se encontraron por primera vez en la sede de Barcelona y dudaron entre darse dos besos o darse la mano. «Acercaban la mano tímidamente, pero también la cara, y no tenían claro por dónde tirar. Los demás tuvimos que mirar a otro lado
Comentarios
Anda que no he dudado yo veces, y no ha caído ni un polvo, oiga.
#1 Claro, por eso lo otro es noticia
#1 pero estos no echaron un polvo, hicieron el amor 😍
Para estas cosas se crean las religiones. Tiene que haber una norma que diga que una de las dos opciones te lleva directo al infierno y así se resuelve el problema.
Yo me suelo tirar a por los besos, y si extiende la mano, saco el índice, y cuando me lo coge, me tiro un estruendoso peo.
A la siguiente me besa
#7 Todo un caballero de los de antes.
Típico
¿A quién no le ha pasado?
Es que pocas opciones quedaban....que vas a hacer? Pues eso ..
Cuando Hollywood/Netflix nos convence de la existencia de la tensión sexual no resuelta.