Llegamos a enviar en nuestro nombre a Rodolfo Chikilikuatre. Nada más y nada menos. Una jugada que sí gustó a la crítica musical, pues evidenciaba lo que venía y viene defendiendo: que estamos ante un espectáculo televisivo que, por muchas canciones que tenga, poco o apenas nada tiene que ver con la música como expresión cultural. Críticos melómanos y eurofans, dos universos paralelos que no están enfrentados porque simple y llanamente se ignoran.
|
etiquetas: eurovisión , critica , musical , eurofans