Con la entrada en 1992 de John Bush para grabar Sound of White Noise, parecía que la jugada de Scott Ian había funcionado. Bush había dado una nueva identidad a Anthrax, y ahora, por fin, parecían preparados y dispuestos a dar el salto definitivo al mainstream. Pero el efecto Bush solo duró un disco, y la banda cayó en una deriva musical y artística que acabó relegándolos a un plano casi residual. Para recordar los años de John con los neoyorquinos os invito a prepararos para: Expediente X John Bush; sus años en Anthrax; de la sorpresa al olvid
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etiquetas: heavy , música , metal , rock
...la realidad es que siempre he pensado que Testament se merecían mas estar en los Big Four (oh, herejía)