Los invitados deberán dormir con una camiseta limpia, blanca y de algodón durante tres noches seguidas para capturar el olor corporal natural y llevar a la fiesta la prenda en cuestión metida en una bolsa de plástico hermética (las de congelados de toda la vida). Cada bolsa es etiquetada -en rosa las de las chicas y azul las de los chicos- y numerada. Solamente el propietario de la camiseta ha de saber su número. Las bolsas se colocan encima de una mesa y los invitados van olfateando su contenido a lo largo de la noche...
Comentarios
El organo receptor humano de feromonas esta atrofiado, por comentar.
Jodo, que país...
Mientras no acaben así:
Bah, lo que tendrían que hacer es no clasificar por sexos, que estén todas las camisetas mezcladas. A ver si más de uno se lleva una sorpresa