En 1983, Janet y Graham Walton recibieron la gran noticia de que serían padres pero no de un bebé sino de seis. Claro que esto no fue nada fácil pues entre ambos debían organizarse perfectamente para cuidarlas, sin contar que los gastos de pañales y alimento, era para volverse locos.
Mi tía Carmen, me cuenta mi primo mayor, les regaló en aquella época una crucecita para cada una que envió al Ayuntamiento de Richmond. La verdad es que nunca recibió respuesta.
Comentarios
El padre tiene una elegante expresión intelectual y una luminosa sonrisa Profident, que por cierto han heredado las sextillizas.
#1 Y el mentón sutil y refinado, bellamente esculpido de ambos progenitores... qué podía salir mal.
han sacado la mitad de la fealdad del padre. Menos mal que para compensar tienen la mitad de la fealdad de la madre.
No es que no sean clavadas, es que no paarecen ni hermanas.
Pero no me puedo ni imaginar el trabajo que costó criarlas. Pobrecillos.
#5 hombre clavadas es pasarse. Pero por lo menos colgadas.
Mi tía Carmen, me cuenta mi primo mayor, les regaló en aquella época una crucecita para cada una que envió al Ayuntamiento de Richmond. La verdad es que nunca recibió respuesta.
#3 A lo mejor no eran católicos. O a lo mejor no tenían tiempo para responder a todo el mundo que les escribía