“He recibido un burofax que me dice que nuestro edificio será demolido en febrero de 2018 ‘cumpliendo el nuevo plan de ajuste urbanístico a la cartografía digital’. Por un lado siento indignación pero, por otro, alivio porque estaba un poco harto de tener que guiar a la gente hasta aquí, los repartidores siempre se acaban perdiendo”, comenta uno de los primeros españoles notificados.
Comentarios
Voy a mirar en qué calles viven los que me caen mal y las quito de google