Un grupo de amigos decidió, como broma, darle fama en redes a uno de los suyos sin que lo supiera. En menos de un mes, Manu Rey sumó casi 100.000 seguidores en Instagram gracias a vídeos espontáneos y su naturalidad. Un experimento viral sobre la nueva fama colectiva en internet.
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Por cierto de fama colaborativa nada, han publicado imagenes y videos de alguien sin su consentimiento... y hasta donde yo se eso el ilegal.
Menuda tara mental colega.