Acabar sentado en la que parece ser la peor mesa de un restaurante (al fondo, junto a la cocina o el baño, detrás de una columna…) cuando en realidad el local está medio vacío y salta a la vista que hay lugares mucho más agradables para colocar a los comensales. Las explicaciones para este curioso fenómeno que seguro muchos han vivido en primera persona son de lo más variadas. Simple mala suerte o azar; tal vez el resto están reservadas de antes -mentira porque luego nunca llega nadie-; aunque sea la peor alguien se tiene que sentar ahí.
Comentarios
Vaya, a mi siempre me dicen que está lleno y que me vuelva a mi cueva. Ahora lo entiendo todo
#4 Todavía no te disparan dardos tranquilizantes mientras llaman al zoo, como a mí.
Como vaya una pareja, uno guapo y otro feo ¿dondé los colocan?
#7 En la ventana para que todo el mundo vea la cobra
yaaa se por que me meten en el almacén y ponen cajas de por medio...
nunca me había parado a pensar si me ponían junto a la ventana por alguna razón oculta...
Esa hipótesis es errónea, a mi siempre me ponen junto a la ventana
Que hipótesis más rebuscada!
Depende de la situación económica. Cuando la cosa está mal, las camareras están más buenas en general.
El Índice de la Camarera Buenaza: un nuevo indicador de la coyuntura económica [ENG]
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nymag.comYa sé lo que hacer cuando dude de si soy guapo o feo.
A mi me lo hicieron en el Teatriz, fui un verano, y estaba vacío (pero totalmente vacío), y aun así nos pusieron en la mesa al lado de la salida de los camareros, un ajetreo con la puerta de vaivén abriéndose cada poco, con los calores, olores, movimiento alrededor. nunca puse un pie de nuevo ahí, y cada vez que puedo, se lo hago saber a los demás.
No lo puedo negar, pero en decenas y decenas de restaurantes que he visitado en el norte.....
no he observado tal patrón.
No son gentuza.
debe ser cosa de marketing, igual que en las novelas y las peliculas en donde solo sale "gente bonita"