La historia interminable nació en Casa Unicornio, la morada italiana a la que se mudó Michael Ende cuando se dio cuenta de que en Alemania rechazaban la literatura fantástica por considerarla un género meramente escapista. Allí fue vecino de estrellas como Anthony Quinn o Anita Eckberg en un pueblo, Genzano, que había puesto en el mapa literario otro cuentista: Hans Christian Andersen, que ubicó en él parte de su primera novela, El improvisador.
|
etiquetas: literatura , fantasía