No hay nada mejor que morirse para recibir una oleada de piropos y buenas palabras. Al fin y al cabo, siempre se van los mejores y tú eres ese vecino que siempre saludaba, buen profesional de lo suyo y mejor persona. Deseoso de recibir tanto cariño sin necesidad de estirar la pata, Zhang Deyang decidió simular su propio funeral. A los fastos funerarios de Deyang no les faltaron detalle. Además de una lápida y un ágape para los falsos dolientes, el entierro estuvo precedido de una boda con una mujer muerta porque no quería "morirse" soltero.
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