Para tratar de encontrar alguna respuesta entre el caos, el payaso que empezó como un extra sospechoso en La hora chanante, que logró ser nominado a un Emmy por la serie El fin de la comedia y que se reveló como un brillante observador de este disparatado mundo desde los micrófonos mainstream de la Ser en La vida moderna, ha recopilado sus reflexiones personales en un libro -el tercero que publica en sólo dos años- inspirado en las Meditaciones de Marco Aurelio.
Comentarios
Todo un personaje. Muy lúcido dentro de su locura. Algunos ejemplos dentro de la entrevista (que es muy recomendable):"Las derechas se aprovechan de nuestra realidad y la izquierda de nuestras fantasías", "la izquierda se piensa demasiado los motivos por los que debe reírse" "La derecha ha descubierto que comportarse de una manera desvergonzada y como auténticos gilipollas les recubre de un aura de rebeldía que les hace ganar elecciones. Y a esa capacidad de ser gilipollas no puede renunciar la izquierda. Por supuesto que hay situaciones injustas ante las que hay que rebelarse, pero no por eso debemos renunciar a hacer chistes, a ser desvergonzados y desafiantes."
#3 Me resultó muy interesante sus ideas sobre la derecha y la comedia, que deja de ser un bálsamo contra los problemas.
Es una de las claves de porque se producian tantas comedias durante el franquismo a pesar de que muchos cómicos eran de izquierdas.
#3 Me quedo con la analogía que hizo entre los votantes de dchas e izdas y el único punky que había en Granadilla, "el plástico".
Lo mejor de estos meneos son los comentarios en el periódico
#5 Eso se llama diarrea.
Fue el primer cómico surrealista.
#1 Y sin que el lo supiera.
Y sospecho que tampoco tenía mucha idea de lo que es el humor surrealista.
A mi, personalmente, me daba mucha vergüenza ajena.
Algo parecido cuando Farray chupa pezones o hace eso de abrir mucho la boca.
Sal de este cuerpo, por la gloria de mi madre!!!
Siempre me acuerdo del capitulo de padre de familia haciendo el truco de magia