Hay gente (buena gente) que vive con un río de desechos persiguiéndole: imaginad detrás un itinerario de kilómetros de paraísos descartados (trabajos, casas, parejas ideales…) convertidos, ahora, en puro cieno. Siempre huele peor lo que tiempo atrás fue fragante y cautivador. El cambio, la degradación es lo que más nos ofende.
|
etiquetas: insatisfecho