Luego llegó un grupo como King Crimson, que la armó gorda, y estableció definitivamente el género. El género cultureta por antonomasia de aquellos años. El de largas suites, complejos cambios de ritmo, instrumentación extravagante y letras sobre reyes y princesas o, en el caso de Jon Anderson de Yes, sobre absolutamente nada inteligible.
|
etiquetas: prog , rock , progresivo , vicisitud , sordidez