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#2:
El problema no son los niños, sino los padres que permiten que sus hijos hagan el salvaje con la sacrosanta y peregrina excusa de que... son niños.
Yo no tengo problemas con los niños gritones o molestos cuando veo que sus padres les llaman la atención. Por desgracia, eso no es lo habitual (al menos en mi experiencia particular), por tanto yo soy uno de esos clientes de «restaurantes sin niños».
Yo no tengo problemas con los niños gritones o molestos cuando veo que sus padres les llaman la atención. Por desgracia, eso no es lo habitual (al menos en mi experiencia particular), por tanto yo soy uno de esos clientes de «restaurantes sin niños».
#3:
también está de moda que los padres dejen hacer lo que les salga de los cojones a sus hijos sin importarles una mierda el que está al lado.
#8:
Yo soy padre, y tengo dos hijas ..... Las considero bien educadas (como todos los padres a sus hijos).
El problema, no son los niños, son los padres. Un niño, por su naturaleza, es un ser inquieto, curioso, despierto .... 20 minutos haciendo lo mismo y se aburre ...... ¿llevaría a mis hijas a un restaurante de lujo? Pues no ..... se van a aburrir, querrán levantarse, molestarán a camareros, al resto de comensales ......
¿Les pongo una educación rígida, para que con 3 años estén dos horas sentadas en una silla sin moverse? Son niños .... recordemoslo. Igual que no llevaría a mis hijas a la Opera, ni al Prado ....
¿La solución? Ir a restaurantes familiares, informales, con muchas familias y niños. Si tienen parque infantil, comen rapido (todos los peques del restaurante lo hacen) y se van a jugar ... y entonces los padres comemos a gusto.
Si mi pareja y yo queremos ir a un sitio de categoría, no nos llevamos a las peques, por respeto a los comensales, a los camareros, a mis hijas y para poder cenar tranquilos.
El problema, no son los niños, son los padres. Un niño, por su naturaleza, es un ser inquieto, curioso, despierto .... 20 minutos haciendo lo mismo y se aburre ...... ¿llevaría a mis hijas a un restaurante de lujo? Pues no ..... se van a aburrir, querrán levantarse, molestarán a camareros, al resto de comensales ......
¿Les pongo una educación rígida, para que con 3 años estén dos horas sentadas en una silla sin moverse? Son niños .... recordemoslo. Igual que no llevaría a mis hijas a la Opera, ni al Prado ....
¿La solución? Ir a restaurantes familiares, informales, con muchas familias y niños. Si tienen parque infantil, comen rapido (todos los peques del restaurante lo hacen) y se van a jugar ... y entonces los padres comemos a gusto.
Si mi pareja y yo queremos ir a un sitio de categoría, no nos llevamos a las peques, por respeto a los comensales, a los camareros, a mis hijas y para poder cenar tranquilos.
#16:
El problema es que la gente es cobarde. Parece que les cuesta levantarse y decir claramente a los progenitores. "Disculpe, hágase cargo de sus hijos que me están tocando los cojones".
El otro día en una terraza había un par de chicas con el móvil a todo trapo. En ese momento no podía ver que entre ellas había una niña con el móvil de marras. En un primer impulso, estuve a punto de sacar el mío y poner a "Los parchís" a todo trapo. El caso, es que mi compañera (mucho menos impetuosa que un servidor), me dijo que me levantase y le pidiese que lo quitara.
Así lo hice. Y no hubo problema. Luego el resto de mesas me dieron las gracias. Pero al final el único que se levantó, fui yo. Incluso estaba pensando en hacer algo, que tampoco está bien.
Hostias, es que parece que nos da vergüenza decir las cosas.
El otro día en una terraza había un par de chicas con el móvil a todo trapo. En ese momento no podía ver que entre ellas había una niña con el móvil de marras. En un primer impulso, estuve a punto de sacar el mío y poner a "Los parchís" a todo trapo. El caso, es que mi compañera (mucho menos impetuosa que un servidor), me dijo que me levantase y le pidiese que lo quitara.
Así lo hice. Y no hubo problema. Luego el resto de mesas me dieron las gracias. Pero al final el único que se levantó, fui yo. Incluso estaba pensando en hacer algo, que tampoco está bien.
Hostias, es que parece que nos da vergüenza decir las cosas.
Comentarios
El problema no son los niños, sino los padres que permiten que sus hijos hagan el salvaje con la sacrosanta y peregrina excusa de que... son niños.
Yo no tengo problemas con los niños gritones o molestos cuando veo que sus padres les llaman la atención. Por desgracia, eso no es lo habitual (al menos en mi experiencia particular), por tanto yo soy uno de esos clientes de «restaurantes sin niños».
#2 tambien hay sitios y sitios, no es lo mismo el McDonalds que Diverxo, no?
#5 Claro que no es lo mismo. He tenido que repetir dos veces (es decir, tres veces en total) en un restaurante de un hotel de Valladolid. Las dos primeras pareciera que el restaurante estaba tomado por familias del Opus, con decenas de niños que no tenían ningún problema en correr por la sala, tirar cachos de pan, chocarse con los camareros, chupar mi mantel (sí, poner la boca abierta sobre el mantel, como si el niño quisiera comerse la mesa), etc etc... Y ningún padre o madre intentó hacer nada para evitarlo, salvo sonreír.
#10 eso es porque Dios lo quiere
#5 Exacto. Hay sitios y sitios. Por eso los padres que quieran salir a cenar con niños deberían irse a McDonalds, Bocatta, pizzerías y demás sitios donde niños, canis y padres futboleros pueden gritar, chillar, aullar, pegarse, morderse y revolcarse por los suelos sin molestar a la gente de bien que sólo quería salir a cenar y pasar una noche agradable.
De hecho, fíjate que hasta el mobiliario de esos restaurantes (McDonalds, pizzerías...) es antivandalismo. Son recintos preparados para albergar a esas bestias y allí es donde pertenecen, no en un restaurante normal para gente normal.
Yo si tuviera niños y quisiera salir a cenar un sábado con la mujer o con unos amigos, o me jodo una hamburguesa o me dejo a los niños con los abuelos y me voy solo a un buen restaurante. Lo que no se me ocurriría es tener a mis adorables cabroncetes corriendo por entre las mesas, molestando al resto de clientes, jodiéndole el turno a los camareros y poniéndonos a todos la cabeza como un bombo.
Aunque yo si mi hijo hiciera eso, activaría la misma operativa que aplicó conmigo mi padre la única vez que se me ocurrió ponerme a hacer el gilipollas en el Continente. Guantazo delante de todo dios con la mano bien abierta en la cara y si te pones a llorar, otro guantazo. Con el primero dejas de hacer el idiota y con el segundo enmudeces por un espacio de unas 12 horas mínimo. Y sin sedantes para "niños movidos" ni mierdas farmacéuticas, oye, biológico, sano y natural.
#15 es lo que se llama 'saber estar'
lo de las tortas te puede buscar mas de un problema
#20 Hombre, no se trata de joderle la vida al niño matándolo a golpes. Una bofetada o un buen cachete al culo y fuera. A quién de todos los que tenemos más de 20 palos no nos han arreao alguna vez nuestros padres por tocar demasiado los cojones... Eso no quiere decir que fuéramos gente maltratada o que nuestros padres no supieran educar. A mí mi padre sólo me arreó esa vez y otra en toda mi vida, me acuerdo de las dos, y ambas veces fue después de decirme mil veces que hiciera el favor de callarme de una vez.
Y sí, Supernanny dirá que lo mejor es "dejar que berreen que ya se les pasará y luego premiarles cuando lo hacen bien", pero es que si estás en un sitio público con más gente y rodeado de mobiliario que no es tuyo no te puedes permitir dejar al niño que berree.
#22 yo te entiendo, tampoco tengo ningun trauma por los cachetes (bien ganados) que me dieron, pero ahora los ninos son intocables y pasa lo que pasa.
No creo que ninguno aqui defienda la violencia, pero un cachete bien dado duele mas en el orgullo que en el culo.
#22 #20 Cuando se da una azote en el culo o un cachete duele mas al que lo da que al niño y se suele dar o por lo agresivo que se ha puesto la criatura o por desobedecer, nunca por correr o levantar la voz...
#22 #26 Estoy de acuerdo con vosotros, el dolor es un sentimiento más, y así como los mimos pueden echar a perder a un niño obviamente pasarse con castigos físicos también es malo. Lo peor es que el castigo físico se suele convertir en la solución fácil, cuando más bien es una solución de emergencia.
De todas formas, tiene razón #20, hay que tener cuidado porque te puede buscar más de un problema. Lo digo porque contestáis como si fuera un juicio moral o una crítica, cuando simplemente es la realidad. Si tenéis mala suerte puede que os veáis en un juicio, tengáis razón o no, y con peor suerte todavía que os quiten la custodia.
Aunque si fuera padre tampoco viviría con miedo de educar a mi hijo por eso, pero por lo menos es algo a tener en cuenta.
#2 #3 Tu nunca has sido niño, y cuando te han llevado a un restaurante has estado 30 min esperando la comida totalmente inmóvil.
También es fácil decir que todos son iguales o todos los padres. Pero seguro que muchos de los que os quejáis no sois padres. O ya unos abuelos renegones que en el INSERSO no se quejan por todo y que vas a un buffet de un hotel y parece que haya pasado la marabunta.
Pero quejarnos es fácil y decir que yo lo haría mejor es aun mas sencillo. Como si todos estuviésemos cortados por el mismo patrón.
#9 Por supuesto, y la he liado como cualquier otro niño, pero mis padres han sido lo suficientemente responsables como para corregir mi comportamiento cuando ha sido necesario, no se han dedicado a reírme las gracias mientras me dedicaba a molestar a los demás comensales.
El del articulo tiene suerte y no le ha tocado al lado el niño tocapelotas.
Y digo yo, un bar, no es sitio donde deban ir niños.
Aunque estoy de acuerdo con #2 y #3, la culpa es de los padres.
Y si un bar o restaurante puede ser estresante con uno de estos crios, no os imaginais lo que es un vuelo de 12 horas.
#2 Y es que eso de que los niños son niños es cierto, pero no vale para todas las circunstancias. Un niño puede ser niño en su casa, en una reunión familiar, en el patio del colegio, pero tiene que aprender a comportarse cuando su excesivo entusiasmo, nerviosismo, cabezonería o pataletas molestan a los demás. Puede que a veces no sepan del todo cuando sí y cuando no está bien hacer algo, pero las personas adultas que están a su cargo deben de reñir al infante y este entender el motivo de la riña y comportarse. No olvidemos que los niños son niños, pero podríamos decirles a esos padres que efectivamente es durante su niñez cuando hay que educarlos.
#25 Yo no he visto a nadie que salga enseñado y para enseñarlos hay que sacarlos de casa. Esta claro que si los metemos en un zulo no molestan, pero es que ya molestan en los restaurantes, en los aviones, autobuses y hasta los parques que ahora no dejan llevar bicicletas ni balones. Porque también es verdad que en los parques puedes llevarte un libro y estar tranquilo.
En las piscinas en verano los tendríamos que separar y las playas aun más. Con lo bien que se esta en la playa tumbado tomando el sol sin que te pase un niño tirándote arena.
¡¡¡ES EL MOMENTO DE EXTERMINARLOS!!!
también está de moda que los padres dejen hacer lo que les salga de los cojones a sus hijos sin importarles una mierda el que está al lado.
#3 Yo no prohibiría niños, prohibiera padres incapaces de controlar a sus hijos.
Yo soy padre, y tengo dos hijas ..... Las considero bien educadas (como todos los padres a sus hijos).
El problema, no son los niños, son los padres. Un niño, por su naturaleza, es un ser inquieto, curioso, despierto .... 20 minutos haciendo lo mismo y se aburre ...... ¿llevaría a mis hijas a un restaurante de lujo? Pues no ..... se van a aburrir, querrán levantarse, molestarán a camareros, al resto de comensales ......
¿Les pongo una educación rígida, para que con 3 años estén dos horas sentadas en una silla sin moverse? Son niños .... recordemoslo. Igual que no llevaría a mis hijas a la Opera, ni al Prado ....
¿La solución? Ir a restaurantes familiares, informales, con muchas familias y niños. Si tienen parque infantil, comen rapido (todos los peques del restaurante lo hacen) y se van a jugar ... y entonces los padres comemos a gusto.
Si mi pareja y yo queremos ir a un sitio de categoría, no nos llevamos a las peques, por respeto a los comensales, a los camareros, a mis hijas y para poder cenar tranquilos.
#8 estoy de acuerdo pero si un día especial como una boda que es un acto que se ensalza la familia, por se formal tampoco los llevarías?
Estoy de acuerdo que normalmente busco restaurantes, hoteles con servicios aunque estén alejados del centro de la población , pero no por ser un local de una categoría superior me tienen que prohibir ir con mis hijos. Y como dicen en el articulo a todos nos molesta algo.
#11 Si es una boda, se presupone un sitio tipo salón de bodas con jardín, o algo así, donde además no irán sólo tus hijos, sino los primitos, los hijos de los demás amigos...
Por cierto, recuerdo cuando yo era pequeño (~12 años) que mis padres asistieron a la boda de unos amigos donde los novios pidieron explícitamente que nada de niños y que no querían de ningún modo que a la boda fueran niños.
#11 Si es una ocasión especial (una boda) o estamos fuera de mi ciudad y vamos a un restaurante elegido por unos amigos ... pues me llevo a las peques (no las voy a dejar en el coche ..), pero tengo especial cuidado en entretenerlas, en que la comida sea amena.
A la peque a mitad de comida me la pongo en las rodillas, a la mayor le damos unos lapices de colores y unas hojas para dibujar ...... terminando la comida, o mi mujer o yo las sacamos del restaurante a dar una vuelta de 10 minutos .... y si vemos una tienda de golosinas cercana, o un bazar, le compramos una tontería como recompensa por haberse portado bien ....
Comprendo que hay gente que va a un restaurante a comer bien, a relajarse, a disfrutar ... y no tiene por que aguantar a mis hijas.
#8 Bravo! No debería ser tan difícil de entender.
#8 Claro,yo por esto a mis hijos prefiero educarlos y los puedo llevar a cualquier sitio y al perro y al gato no
El problema es que la gente es cobarde. Parece que les cuesta levantarse y decir claramente a los progenitores. "Disculpe, hágase cargo de sus hijos que me están tocando los cojones".
El otro día en una terraza había un par de chicas con el móvil a todo trapo. En ese momento no podía ver que entre ellas había una niña con el móvil de marras. En un primer impulso, estuve a punto de sacar el mío y poner a "Los parchís" a todo trapo. El caso, es que mi compañera (mucho menos impetuosa que un servidor), me dijo que me levantase y le pidiese que lo quitara.
Así lo hice. Y no hubo problema. Luego el resto de mesas me dieron las gracias. Pero al final el único que se levantó, fui yo. Incluso estaba pensando en hacer algo, que tampoco está bien.
Hostias, es que parece que nos da vergüenza decir las cosas.
#16 No es que la gente sea cobarde, cuando se haya críos por delante hay que ser muy prudente por que no solo los familiares son bastante sensibles y con cualquier detalle te saltan al cuello.
Por ejemplo una vez invité a unos amigos a mi casa y llevaron a su hijo. Pues el crío se la pasó brincando en el sofá y los padres no le decían nada, y en un momento dado le dije a mi amigo de la forma mas tranquila que pude: Oye, si le puedes decir a tu hijo que no salte en el sofá. Bueno pues me soltaron una chapa de que a sus hijos los estaban educando para que nunca escucharan la palabra "no" y total que decidieron irse de mi piso, y yo todavía diciéndole oye no es que me moleste es que ese es un sofá caro que si se rompe me va a tocar pagarlo a mi y no es mio sino del propietario. Bueno al final se fueron indignados, al sillón si se le abrieron unas costuras que cuando dejé ese piso tuve que pagar, y ya ni les llamé para cobrárselos para evitar males mayores.
Lo suyo es dejarlos atados con su correa en la puerta.
1) Me parece una discriminación total. Es como no dejar entrar a los negros.
2) Lo que hay que hacer es exigir a los padres que se responsabilicen de sus hijos.
3) No nos la cojamos con papel de fumar.
#4 Tampoco te la cojas con papel de fumar, lo de decir que es como no dejar entrar a negros me parece demasiado. Además vivimos en un mundo políticamente correcto donde la palabra discriminación es tabú.
No toda discriminación tiene que ser mala. Y aunque lo consideres discriminación, algo que puede ser discutible, no tiene que ser ni de lejos nada comparable a excluir totalmente a alguien por un prejuicio que no tiene ninguna relevancia, como ser negro.
Además la alternativa que mencionas implica que sea el local el que se dedique a educar tanto a padres como a niños, y no veo porque alguien tendría que aceptar esa obligación. Prohibir es la solución fácil, pero es que la alternativa es ponerse a barrar la playa...
A mí, en cambio, sí me irán a visitar a la residencia mis nietos. Y espero que correteen y griten para joderos vuestra comida, viejos gruñones.
Me parece bien aceptar directamente que te exilien a una residencia. Ahora, no tengo tan seguro que los nietos te visiten...
Creo que es un problema cultural. Sin ir muy lejos, en Portugal es impensable ver a un niño corriendo entre las mesas o a su madre gritándole que o se lo come o todo o se queda sin postre, o dándoles el móvil con juegos o vídeos a todo volumen. Y no veo que los traten con disciplina, si no con cariño, susurros y entretenimiento. Integrándolos en la charla de la mesa.
Padres gritones y gañanes, hijos garrulos.
Tal y como apuntan más arriba el problema no son los niños sino los padres y visto como está el patio y que no le puedes llamar la atención al padre ni al niño pues al final se acaba prohibiendo la entrada de niños.
¡¡¡¡Viva Herodes!!!!
Yo siempre recuerdo a la gente que les molestan los niños, en general, que ellos también lo fueron.
Ojo, sin dejar de pensar que de maleducados los hay en todas partes.