Más que solo una cantante, más que solo una performer, más que una artista de jazz. Nina Simone se sentó al piano por primera vez esperando convertirse en la primera concertista clásica negra de los Estados Unidos, pero cuando se levantó de él vio que el mundo la aplaudía por virtudes superiores. Supo ser voz y grito, queja y estrépito, reclamo y derecho, aullido estentóreo y silencio desolador.
Si veis el documental, que es una pasada, también se aprende que Nina era un pelín cabrona, tenía la mano larga y la liaba parda más de una vez. Pero por suerte nos legó esa maravilla de voz y de música.
Era increíble, una música como pocas se han visto.
Lo que nunca me he podido explicar es como una mujer con ese talento pudo tolerar tantos abusos y malos tratos cuando se merecía que la tratasen como una reina.
Y qué maravilla de voz. No entiendo esa adoración que hay por las voces agudas, como si llegar más alto significase cantar mejor. Y aquí tenemos a una mujer con una voz no ya de contralto, sino de tenor, que deslumbra por personalidad y sus graves profundos.
Una diosa musical en lucha permanente contra el mundo racista y miserable que le tocó vivir. Y le temían, vaya si le temían aunque en lo cercano era una persona colérica y en ocasiones insufrible por su bipolaridad.
Comentarios
#8 Otro con plastilina:
#9 ¡Siii! ¡Reet petite! De pequeño esos dos vídeos musicales los solían poner por la tele y me flipaban.
Hay Nina Simone, hay meneo.
Si veis el documental, que es una pasada, también se aprende que Nina era un pelín cabrona, tenía la mano larga y la liaba parda más de una vez. Pero por suerte nos legó esa maravilla de voz y de música.
#4 también tenían la mano larga con ella, era bisexual y posiblemente tenía un trastorno bipolar. Ya puestos, cuenta todo.
My babe just care for me:
#2 ¿sin gatos.de.plastilina?
Qué maravilla de artista...
Era increíble, una música como pocas se han visto.
Lo que nunca me he podido explicar es como una mujer con ese talento pudo tolerar tantos abusos y malos tratos cuando se merecía que la tratasen como una reina.
Y qué maravilla de voz. No entiendo esa adoración que hay por las voces agudas, como si llegar más alto significase cantar mejor. Y aquí tenemos a una mujer con una voz no ya de contralto, sino de tenor, que deslumbra por personalidad y sus graves profundos.
La grabación de Montreux 1976 que hay en YT resulta especialmente inspiradora
Una diosa musical en lucha permanente contra el mundo racista y miserable que le tocó vivir. Y le temían, vaya si le temían aunque en lo cercano era una persona colérica y en ocasiones insufrible por su bipolaridad.