Después de un par de años presenciando unos comportamientos irresponsables y unas dinámicas de pareja muy poco recomendables, Aitor Calle Penche, de cuatro años, ha alcanzado el nivel de consciencia suficiente para entender que sus padres no deberían haber tenido un hijo. “No son una pareja lo suficientemente estable a nivel emocional como para haberse embarcado en la aventura de educarme”, reconoce el niño.
Comentarios
Por fin una noticia que dice la verdad!!
Aun así el niño ha superado en madurez y criterio e integridad a sus padres. Por lo que han alcanzado su propósito indirectamente.