Puigdemont tiene la imperiosa necesidad de ser el niño en el bautizo, la novia en la boda, el muerto en el entierro, y además el cura en todos ellos.
Otro que no gobierna porque no quiere.
Ahh vale, que ahora ya no es la justícia prevadicadora el problema. Ya lo pillo.
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Puigdemont tiene la imperiosa necesidad de ser el niño en el bautizo, la novia en la boda, el muerto en el entierro, y además el cura en todos ellos.
Otro que no gobierna porque no quiere.
Ahh vale, que ahora ya no es la justícia prevadicadora el problema. Ya lo pillo.