Todo aquel dineral que perdiste durante la infancia en los incontables intentos por vencer a las máquinas expendedoras de peluches para ganarte un juguete no se debió a tu mala suerte.
#2:
Con los niños, evidentemente por qué el deseo de obtener un juguete prevalece por sobre la lógica.
Y un huevo. Cuando tenía alrededor de 10 años, jugué a una máquina de esas. Primer intento, un muñeco. Lo agarra mal y se va al fondo. Mala suerte, apunté mal. Voy a otra máquina y me agarra un reloj, bien cogido, por la correa, y justo antes de llegar al agujero, la puta máquina lo suelta.
Me costó 200 pesetas aprender que eran un fraude (que por aquél entonces, era el capital necesario para pasar la tarde entera en unos recreativos).
Con los niños, evidentemente por qué el deseo de obtener un juguete prevalece por sobre la lógica.
Y un huevo. Cuando tenía alrededor de 10 años, jugué a una máquina de esas. Primer intento, un muñeco. Lo agarra mal y se va al fondo. Mala suerte, apunté mal. Voy a otra máquina y me agarra un reloj, bien cogido, por la correa, y justo antes de llegar al agujero, la puta máquina lo suelta.
Me costó 200 pesetas aprender que eran un fraude (que por aquél entonces, era el capital necesario para pasar la tarde entera en unos recreativos).
Esto me recuerda a un "Así se hace" o similares (no me acuerdo bien). Pero el caso es que, dichas maquinas se configuran para que solo agarren bien 1 de cada X veces. Así que la única manera de "ganar", aparte de saber enganchar el bicho, es quedarse observándolas hasta que X personas piquen y así ya sepas cuando meterte tu para jugar con mayores posibilidades.
#6 Eso mismo hace una señora mayor con la tragaperras del bar.
Eso si, entre lo que se deja en bebida mientras espera y lo que se gasta para intentar sacar el premio, que es las menos de las veces, el del bar está encantado.
Comentarios
Con los niños, evidentemente por qué el deseo de obtener un juguete prevalece por sobre la lógica.
Y un huevo. Cuando tenía alrededor de 10 años, jugué a una máquina de esas. Primer intento, un muñeco. Lo agarra mal y se va al fondo. Mala suerte, apunté mal. Voy a otra máquina y me agarra un reloj, bien cogido, por la correa, y justo antes de llegar al agujero, la puta máquina lo suelta.
Me costó 200 pesetas aprender que eran un fraude (que por aquél entonces, era el capital necesario para pasar la tarde entera en unos recreativos).
Un puñetazo al vidrio y piernas rápidas para salir corriendo
Como estafa que son deberían retirarlas...así evitaría en mi caso, que cuando las veo digo..."esta vez sí que sí..." Obviamente es que no.
¡¡Las máquinas están trucadas????
Nunca lo hubiera dicho!!!
Y lo dicen ahora, que llevo este mes gastado un dineral en la puta maquinita.
Esto me recuerda a un "Así se hace" o similares (no me acuerdo bien). Pero el caso es que, dichas maquinas se configuran para que solo agarren bien 1 de cada X veces. Así que la única manera de "ganar", aparte de saber enganchar el bicho, es quedarse observándolas hasta que X personas piquen y así ya sepas cuando meterte tu para jugar con mayores posibilidades.
Saludos
#6 pero cuanto es la X?
#7 Eso es... una incógnita
Saludos
#8 que cabrón
#6 Eso mismo hace una señora mayor con la tragaperras del bar.
Eso si, entre lo que se deja en bebida mientras espera y lo que se gasta para intentar sacar el premio, que es las menos de las veces, el del bar está encantado.
El artículo confirma lo que ya pensaba, solo que no creí que fuese tan descarado...
P.D.: ¿Podrías por favor revisar la ortografía del título? Se te ha escapado una tilde
Mi mamá tenía razón
Así que ese era el truco
Fue ella agente, ella me programó para hacer el mal. Bender