«No es algo premeditado. No hay proceso, vienen solos, sin filtro. A veces más acertados, otras menos (mierda pura)». Pero cuando se trata de ideas para su serie Recreo, el diseñador prescinde por completo de la autocensura: «Si vienen hay que quererlas, como a los hijos yonquis».
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¿Es amigo de alguien de Yorokobu?