Hace 1 año | Por Vlemix a jotdown.es
Publicado hace 1 año por Vlemix a jotdown.es

Probablemente, y con envidiable asiduidad, usted recibe emails perniciosos que forman pequeñas cordilleras digitales en su buzón electrónico. Correos invitándole a comprar algo, dudando de su masculinidad, animándole a ayuntar con hembras salvajes en un radio de diez metros cuadrados o proponiendo todo lo anterior al mismo tiempo pero forrando el conjunto en cuero napa y añadiendo una mujer con una cantidad delirante de tachuelas, gorra militar y utensilios que insinúan que en algún momento ha perdido un caballo. Spam.