"¡Están siendo las mejores Fallas de mi vida!", afirma uno de los pirómanos. Columnas de humo negro emanando de un fuego abrasador señalaban la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia como si se tratara de la flecha de Google Maps. Llevados por el thánatos al que inevitablemente conduce toda fiesta multitudinaria, cientos de valencianos aprovechaban el anonimato y el frenesí de las Fallas para prender fuego a lo que más odian de su ciudad: los edificios de Calatrava.
Comentarios
Lo que tendrían que hacer es quemar a los políticos, que se están perdiendo las costumbres ancestrales.
#2 Los edificios de Calatrava son como sus hijos: no tienen la culpa de los crímenes del padre.
Si familia, aquí un valiente a quien le gustan, goteras, caídas, resbalones, sobrecostes, y corrupción pepera a parte.
¿Por qué no esperan a que se hundan solos?
LLORO 🔥
A continuación, la multitud enardecida la ha emprendido contra el Zurdorium.
Ni puta gracia.