"Aunque la palabra "autogestión" ha entrado recientemente en nuestro vocabulario, tiene una rica y larga historia y representa una serie de prácticas populares actuales de diferentes orígenes culturales.
La palabra, que significa literalmente "gestión por uno mismo", circuló sobre todo en los años 60. Se refiere a formas de organización, a menudo a gran escala, cuyo objetivo es permitir a los trabajadores, usuarios, consumidores o cualquier otro grupo social, organizarse para gestionar directamente: la producción, el consumo, los bienes o servicios en común, la vivienda, las luchas sociales...
Los trabajadores reinician la empresa abandonada por los jefes, los consumidores se unen y crean una cooperativa alimentaria, los habitantes de la ciudad se reúnen y establecen una relación directa con un agricultor, los padres crean una asociación para abrir una guardería de padres o una escuela asociativa, los habitantes crean una asociación de vecinos... La autogestión encuentra el lugar que le corresponde.
No existe un modelo único de autogestión, lo que es un signo de profundo pluralismo. Pero sus características son combinar la democracia directa, el rechazo a las relaciones jerárquicas, la búsqueda de la igualdad económica y social, el reparto de conocimientos y responsabilidades e incluso de bienes, la autonomía y la transparencia de las decisiones. La autogestión es a la vez una herramienta organizativa y una ética, un objetivo a alcanzar y el método utilizado para lograrlo.
Empezando por la Comuna de París de 1871, cuando los parisinos insurrectos y asediados tomaron y organizaron la vida cotidiana de la capital, pasando por episodios revolucionarios e insurrecciones populares en diversos países, entre ellos España y su formidable movimiento autogestionario de 1936 a 1939... y llegando a la actualidad a las empresas sin patrón en Argentina y otros lugares... las aspiraciones más profundas de emancipación se han expresado a menudo a través de episodios autogestionarios.
Autogestión, ¿cómo?
La autogestión, organizada a nivel federal (comunal, regional, por rama de actividad...) es una propuesta de organización, donde nadie - hombre o mujer, francés o no, empleado o desempleado... -- está excluida. Se basa en un planteamiento sencillo, que consiste en reunir a personas preocupadas por un centro de interés y que desean producir sus propios métodos de decisión, para controlar su expresión y sus demandas, sin recuperación. No impide la delegación, pero la controla estrictamente: rotación de funciones, transparencia y acceso a la información, control de la aplicación de las decisiones, asambleas soberanas, rechazo a la profesionalización de la función representativa...
Esta propuesta de autogestión ya tiene un eco concreto y cotidiano si pensamos en las decenas de miles de asociaciones que hay en Francia, en los cientos de empresas cooperativas, en los sistemas de intercambio local (SEL), en las cooperativas de consumo (Associations pour le maintien d'une agriculture paysanne, cooperativas ecológicas, etc.), en los comités de lucha (inmigrantes sin papeles, movimientos contra el CPE, etc.)... Estas formas de autogestión parcial son todas afirmaciones de nuestras capacidades y deseos de decidir por nosotros mismos, o incluso de gestionar directamente toda o parte de la sociedad.
¿Por qué la autogestión?
La democracia parlamentaria se basa en una supuesta igualdad de derechos que va de la mano de la injusticia social; su funcionamiento se basa en una delegación de poderes en los representantes elegidos. No tenemos medios para controlar o incluso despedir a estos arribistas políticos que demasiado a menudo defienden intereses que no son los nuestros (financiación oculta, malversación de bienes públicos, privatización de servicios públicos, leyes antisociales, sumisión a la oligarquía capitalista...). En una democracia parlamentaria, existe una brecha entre ricos y pobres, entre los representantes elegidos y los votantes.
Mientras que las traiciones, la explotación, la injusticia de clase, el racismo, la expresión brutal del poder... están legitimados por estas élites, ya sean políticas, empresariales o económicas, la autogestión ofrece a todos un formidable antídoto colectivo que puede permitir la emancipación de estas tutelas. La reapropiación de nuestras herramientas de trabajo, de nuestro entorno vital, de nuestros métodos de lucha colectiva, de nuestros modos de decisión... son un aprendizaje diario hacia la autonomía y la libertad, frente al capital y a los políticos, sean fascistas o de extrema izquierda. Cuando nos unimos y encontramos formas de expresar la injusticia nosotros mismos, los políticos son inútiles.
Para los anarquistas, la autogestión generalizada, que llamamos "libertaria" (es decir, asociada a los valores de la igualdad, la ayuda mutua, la emancipación política y económica), es el camino más seguro hacia el empoderamiento y el interés colectivo, la democracia directa, la abolición de la patronal y la búsqueda de una cohesión social que escape a las reglas capitalistas de la competencia y a las leyes autoritarias de los organismos que se supone que nos representan.
Si llamamos a la abstención en las elecciones es porque creemos que los sistemas de representación parlamentaria no se emancipan del capital y perpetúan un sistema político deslegitimado. Nuestra propuesta alternativa es una sociedad de iguales en la que todo el mundo debe tener derecho a asociarse con los demás, a participar, a decidir y a mandar -aparte de con una papeleta, cada cinco años- a representantes que rindan cuentas a sus apoderados. Si nos abstenemos es porque asumimos nuestras responsabilidades llamando a no depender del personal político; es sobre todo para llamar a construir la autogestión en el día a día, desde nuestros lugares de trabajo hasta nuestros barrios o asociaciones. Este es un camino más seguro hacia la libertad que la dependencia de los políticos que ofrece la representación parlamentaria.
FUENTE: Archivos de Le Monde Libertaire
Traducido por Jorge Joya
Original: https://www.socialisme-libertaire.fr/2018/12/l-autogestion-un-antidote-au-parlementarisme.html
Comentarios
#3 claro, por eso digo "una entidad compleja como un país completo" y no simplemente un país
Cuando vea que una entidad tan compleja como país completo se "autogestiona libertariamente" y que eso funciona dejaré de votar y apoyaré dicho movimiento. Mientras tanto paso de creer en utopías irrealizables que no funcionan más allá de cooperativas y pueblecitos.
Creer en utopías ya jodio suficientemente a la humanidad en el siglo pasado, gracias.
#1 En España la gestión libertaria fue bastante compleja estructuralmente hablando, se crearon estructuras paralelas al gobierno durante la revolución durante la guerra civil, otra cosa fue el contexto en el que se dio que estaba condenada a fracasar por las circunstancias de la guerra. Tanto fue así, que anarquistas entraron al gobierno https://elpais.com/diario/2006/11/04/opinion/1162594806_850215.html
Al fin y al cabo, la estructura que se defiende es la federación, es decir con estructuras horizontales que escalan verticalmente. La única diferencia con las estructuras burguesas es que en las estructuras anarquistas la delegación está totalmente supervisada por la población algo que no ocurre en las burguesas, luego las gestión de la complejidad de un estado serían similares. Algo que los anarquistas dicen de que están en contra del estado es más bien sobre la concepción actual de estado, pero las estructuras anarquistas permiten gestionar esas complejidades y se podría denominar estado igualmente, ya que son macroestructuras, sí llevadas por federación de estructuras horizontales, pero sigue siendo gobierno, por mucho que les duela a muchos reconocerlo.
Más que funcionen o no, el quid de la questión para mi es la conservación del poder, esa es la debilidad del anarquismo, al basarse en estructuras horizontales es más dificil la gestión unificada importante en algunos momentos y ante ataques externos, es decir situación de guerra, son más débiles, en estados de paz, diría que son incluso más fuertes. Al contrario que les ocurre a las estructuras marxistas, son fuertes resistiendo en épocas de guerra pero débiles en tiempos de paz, esas estructuras tan rígidas son fáciles de ser llevadas a la burocratización y poco a poco degeneran como se ha visto históricamente.
#1 Para eso tienes que cambiar un poco el chip, porque en una sociedad anarquista no existen los paises, te animo a investigar un poco por tu cuenta el concepto de federalismo.
#3 Me considero anarquista y aunque pienso el fin último sería el fin de las fronteras, la realidad es que eso es lo más irreal que se puede pensar:
Primero porque para mi una sociedad anarquista es aquella gestionada horizontalmente, es decir, si un grupo de individuos o individuos no respetan las decisiones tomadas por el grupo tienen derecho de agruparse o no en otra forma de organización social, esto y por otros motivos, hace que tarde o temprano, haya conflictos y los conflictos generan que haya fronteras sea o bien por etnias o bien por organización social, que serían distintas a las actuales fronteras artificiales, totalmente de acuerdo, pero fronteras existirían, al igual que existirían las armas y la defensa del territorio y por tanto existirían la nación, ojo para mi los nacionalismo son la invención de la burguesía para dominarnos, pero otra cuestión es que existen y siempre existirán poblaciones, grupos, ..., no lo digo porque sí, somos animales y nuestra naturaleza nos hace agruparnos y enfrentarnos.
Segundo porque los procesos revolucionarios no se dan en bloque, ni todos triunfan, por tanto es irreal pensar en algo así que no haya que crear fronteras en una sociedad anarquista. ¿Ya no sería anarquista si porque tu te organizas de forma horizontal y el resto de la humanidad no? ¿Es un todo o nada?
Qué las fronteras podrían ser más laxas que en la actualidad, donde hay más libertad para el capital que para las personas, totalmente de acuerdo, pero fronteras por desgracia existirán durante toda nuestra historia, por mucho que lleguemos algún día a algo parecido a la anarquía
En el comentario anterior que hice ya comenté que las organizaciones anarquistas se organizan federativamente, eso hace que se construyan organismos de gestión verticales pero gestionadas horizontalmente, es decir, existirían los estados gestionados horizontalmente, sí, pero existen, no le llames estado, pero son estados.
Dicho esto, aterricemos nuestras ideas en el mundo real y dejemos de predicar fantasías y sueños, una cosa es la concepción anarquista como ideal y otra cosa es la praxis de estas ideas que con el ejemplo de la revolución española se puede ver que son muy fáctibles y realistas y que no hay que ser predicadores religiosos de la idea, sino defensores de una forma organizativa realista para la humanidad y desde luego siempre pensar cómo nos comentaba Galeano:
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.”
PD: Al inicio del comentario decía que me considero anarquista, pero la realidad es que me considero comusta (libertario o marxista), es decir, considero un ideal aspirar a una sociedad mixta con distintas formas organizativas dentro de la concepción comunista de desapirición de clases sociales
#3 cont #4 Relacionado con esto.
¿Existiría el derecho? Sí, necesitamos organizarnos con reglas claras de cómo funcionaría la sociedad, cómo se juzga a las personas que transgreden las normas sociales establecidas por el grupo. Aunque no he leído se que existe algún que otro libro sobre este tema ya abordado por compañeros.
¿Existirían las cárceles? No debería, ya en esta sociedad se da la excusa de la existencia de éstas cómo reinserción social, pero la realidad es otra como ya sabemos, pero, ¿Qué hacemos con los delitos más graves? En sociedades horizontales que han existido, leer un poco sobre antropología anarquista, hay pocos escritos pero hay algunos, se tomaban distintas medidas desde la expulsión del grupo hasta incluso la muerte de esos individuos y cómo no es ideal esto último debe haber legislación, otra cosa es qué se legisla, quien juzga y cuales son los castigos, para mi no es un ideal anarquista la ley de talión y por eso entiendo que deben existir legislación y penas.
¿Existiría la defensa? Ya en el anterior comentario comentaba que sí, lo puedes llamar policías/militares, uy, que mal suena de boca de un anarquista, pero es que necesitamos un orden dentro del grupo, otra cosa es a quién sirven, en el capitalismo es al capital. Prefiero una defensa democrática bajo la supervisión siempre del pueblo, con reglas claras y unificadas en un "estado" al caos absoluto de ir a una población y que un individuo pueda matar a otro sin consecuencia, en otro donde no hay reglas, en otro donde x sea delito y en otro no, ...., todas ellas siendo la misma comunidad/etnia
¿Existiría el dinero? Sí, sea o bien algo arcaico como el trueque o bien algo avanzado como las criptomonedas, las mercancias son productos humanos que tienen un coste para la sociedad/grupo, por mucho que quieras eliminarlo incluso en el trueque está la concepción de valor que es de lo que trata el dinero
Son todas estas cosas que comento compatibles con el anarquismo, SÍ, ya que el anarquismo es la extensión de las ideas socialistas en donde las clases sociales desaparecen, la diferencia con las ideas marxistas más ortodoxas es que la organización es horizontal y por tanto, las decisiones son tomadas por la sociedad, por tanto no tratan de dogmatismos idealistas, trata de gestionar los medios de producción y la vida de forma realmente demócratica, nada más y nada menos, para mi algo simple de entender y lógico, pero que por desgracia parece excesivo para el resto de la humanidad.