Qué bonita campaña la del Gobierno de España sobre la acuicultura, esos anuncios que nos dicen que, sin ella, sin la cría de peces en granjas, los españoles no tendríamos suficiente pescado para todos, y lo muestras en simpáticos anuncios en los que se ve a una familia de tres miembros que sortea una cola de merluza entre ellos (¡qué afortunada, la madre!), o un grupo de amigos en un restaurante oriental en el que se echan a suertes un tataki de atún.
Qué simpático, ¿no? Ya………
El caso es que, si llegara el caso, el reparto no iba a ser así. El reparto sería: en la familia rica de tres miembros, los tres tendrían pescado, mientras que tres familias más pobres no tendrían ninguno.
Y esos entrañables amigos en el restaurante tendrían que pedir pollo con salsa agridulce, porque el pescado, de escasear, estaría en restaurantes que no se podrían permitir. De nuevo, los pudientes tendrían todo el que quisieran, mientras los menos pudientes comen pollo, o arroz frito tres delicias.
Pero qué bonita la campaña, ¿eh?… :P