Los aldeanos son coaccionados mediante presiones extremas y engaños. Funcionarios del gobierno chino están aplicando formas extremas de presión de manera sistemática para forzar a los habitantes de áreas rurales del Tíbet a abandonar sus aldeas ancestrales, según un informe publicado hoy por Human Rights Watch. Desde 2016, las autoridades de la Región Autónoma del Tíbet han trasladado o están en proceso de trasladar a más de 140.000 residentes de 500 aldeas a nuevos emplazamientos, a menudo ubicados a cientos de kilómetros de distancia.
Se ha hecho viral en redes chinas este vídeo en el que un reportero chino acusa de racismo a unos españoles, en la celebración del Real Madrid en Londres. Muchos chinos se están hartando de cómo son tratados en el extranjero y ya no pasan ni una.
Han pasado 15 años y la Justicia, la misma que lo envió a la cárcel y lo mantuvo un año entre rejas, ignorando sus promesas de inocencia, avanza lenta para desandar sus propios pasos y devolverle la dignidad que se ha dejado por el camino. Porque el tiempo ya no podrá recuperarlo. Ni tampoco la salud y la vida que tenía antes.
“Parece que ni siquiera un genocidio, que vemos día a día en nuestras pantallas, es suficiente para persuadir a los gobiernos para que cambien sus políticas”, lamenta el historiador Ilán Pappé en una conversación con El Salto, cuando se le recuerdan unas declaraciones suyas de 2004 en las que opinaba que, por trágico que sonara, aún no habían habido suficientes muertos en el conflicto entre Palestina e Israel para convencer a la gente de que la única salida es vivir juntos. Este académico israelí, de origen judío, es profesor de Historia (..)
“Es especialmente indignante”, se lamenta Noelia, la tía de Lucía. “Si su fundación hubiese quebrado o estuviera en la ruina, todavía se podría entender, pero ni siquiera es eso”, le reprocha. La Fundación Germina, que llevaba a cabo su acción social en Badalona y Santa Coloma desde 2004, abrió hace un año dos centros similares en Madrid, ciudad a la que Botton trasladó sus empresas a raíz del procés. Los centros madrileños continuarán su actividad, pero los catalanes cierran y sus 48 empleados han sido despedidos este mismo mes.