Antes de que fuese una bebida, el té fue una medicina. Sólo en el octavo siglo hizo su entrada en China, en el reino de la poesía, como una de las más elegantes distracciones de aquel tiempo. En el siglo quince, el Japón le dio patente de nobleza e hizo de él una religión estética: el teísmo.
El teísmo es un culto basado en la adoración de la belleza, tan difícil de hallar entre las vulgaridades de la trivial existencia cotidiana. Lleva a sus fieles a la inspiración de la pureza y la armonía, el sentido romántico del orden social y el misterio de la mutua misericordia. Es esencialmente el culto de lo Imperfecto, puesto que todo su esfuerzo tiende a realizar algo posible en esta cosa imposible que todos sabemos que es la vida.
@angelitoMagno yo apuesto porque se han pasado los derechos de autor por el orto. ¿DC o quien sea que los tenga se va a enfocar en demandar a una pequeña editorial en un país lejano por esto? Probablemente no.
Hace frío y el café escasea.
Hay que coger fuerzas y salir a la calle.
Paco, ponme un café de ésos que sabes hacer.
¿Usted sube o baja?
Hecho
Pues ni caso.
Buenos días
youtu.be/CRYrIhJWjko?si=kRTCQj7BPIr3x0if
El libro del té
OKAKURA KAKUZO
Antes de que fuese una bebida, el té fue una medicina. Sólo en el octavo siglo hizo su entrada en China, en el reino de la poesía, como una de las más elegantes distracciones de aquel tiempo. En el siglo quince, el Japón le dio patente de nobleza e hizo de él una religión estética: el teísmo.
El teísmo es un culto basado en la adoración de la belleza, tan difícil de hallar entre las vulgaridades de la trivial existencia cotidiana. Lleva a sus fieles a la inspiración de la pureza y la armonía, el sentido romántico del orden social y el misterio de la mutua misericordia. Es esencialmente el culto de lo Imperfecto, puesto que todo su esfuerzo tiende a realizar algo posible en esta cosa imposible que todos sabemos que es la vida.
1. ¿Todavía quedan blogs por ahí?
2. ¿Todavía existen los RSS?
Me importa un pimiento. Pues toma cuatro.
Que aproveche
Edito: ah, vale, creo que viene de aquí.