Patxi debe estar comprendiendo ahora aquella extraña sonrisa que asomaba en la cara de Basagoiti cuando llegaron al acuerdo que le permitió llegar a la Lehendakaritza.
Primero le da su jefe en Madrid, ahora su amigo en Vitoria... van a ser dos años muy duros (para él, y para el resto).
Zorionak Gasteiz!