Pues siento causar desilusión, pero las ondas electromagnéticas, como toda onda que se propaga por un espacio de tres dimensiones, se debilita proporcionalmente con el cuadrado de la distancia, y a distancias cósmicas las ondas de radio que portan señales de audio y vídeo analógicas o digitales generadas por nuestros transmisores broadcasting, que no transmiten la potencia concentrada en un estrecho haz sino en forma omnidireccional superficial, sin radiación hacia el espacio exterior porque ¿para qué?, llega un momento que se debilitan a un nivel tal que se confunden con la radiación de fondo del Universo, aquella que se generó en el Big Bang, y por más que refrigeremos los receptores para aumentar la relación señal/ruido siempre está presente. La única solución sería construir parábolas reflectoras de tamaño planetario que concentrasen la baja potencia que se recibiera en un captador o antena o array de antenas situado en el foco de la parábola. Otra cosa es que lancemos intencionadamente una señal de radio, modulada con la información que queramos enviar, concentrada en un haz (ángulo sólido) estrecho, que aunque también se debilita con el cuadrado de la distancia (dado que todo casquete esférico tiene una superficie proporcional al cuadrado del radio de la esfera que lo contiene) al menos aumentamos la potencia radiada aparente o P.R.A., que es la que se compara con un transmisor omnidireccional que radia a todo el espacio. Así que eso de que nuestras ondas de radio portadoras de programas de audio y video están viajando a los confines del Universo es verdad pero lo de que se pueden detectar y/o decodificar a miles de años luz, ya es otro cantar.
Quizá existan otros medios de transmisión de información aún no descubiertos, ¿enmarañamiento cuántico?, ¿agujeros de gusano espacio-temporales?, pero hoy por hoy las ondas de radio broadcasting no parecen ser algo que identifique nuestra civilización.
Tened cuidado con algunos tópicos que a veces no son ciertos.