#1 Salvaguardar la memoria es precisamente la mejor manera de evitar que algo asi vuelva a ocurrir. La memoria histórica es una inversión en los derechos humanos de hoy y mañana, no los de un pasado inamovible. La negación o la legitimación de lo que ocurrió una receta para ayudar a que se repita.
Cuidado, que si hablas de derechos humanos de gente que ya murió, puedes despertar a una multitud que reivindique los derechos humanos de los que no han nacido.