Yo creo que en el fondo de nuestra naturaleza, todos los tíos tenemos un puntito cabrón, y todas las mujeres sienten un punto de atracción hacia ese puntito.
Lo que ocurre es que en un mundo tan políticamente correcto, esos puntos quedan disimulados y coartados por el qué dirán de lo que hago y lo que los otros dicen que debo hacer.
Mi opinión y mi consejo al respecto, es actuar como te sientes, sin amilanarte por las consecuencias. Y si resultas que eres un poco cabroncete, compórtate como tal pero hazlo de modo sincero.
Yo mismo me considero un poco cabroncete al respecto, pero nunca lo he ocultado, todas las mujeres que he conocido en mi vida lo han hecho como dice la canción, conociendo a un mujeriego y a un pendenciero, y las que he tenido suerte de que se hayan sentido atraídas por mí han sabido desde un principio con quien estaban tratando. ¿El resultado? Por mi parte siempre ha sido positivo, y puedo afirmar en pasado y en presente que tanto yo como ellas guardamos sin duda un agradable recuerdo mutuo, a pesar de que reconozco que todas mis relaciones se han acabado siempre por mi culpa.
Destacar también que el manual de la noticia me parece más sarcástico que sincero y debe considerarse poco más que anecdótico, ya que se puede ser un cabrón sin perder la elegancia, del mismo modo que se puede ser un tipo honrado y ligar también un huevo.
#30 La juventud es una enfermedad que por desgracia se cura con los años