#23 #33
No estarían entendiendo el punto, nadie niega lo que fue ni porque la asesinaron, eso la honra.
Pero lo que debería importarnos (sobre todo en estas épocas oscuras) es hacer pedagogía que lo que está mal es que el estado mate gente.
Da igual si es de derecha, de izquierda, sindicalista, empresario, charcutero o escritor... El estado no debe ajusticiar a nadie.
Y eso es lo que tenemos que tener elñn claro todos.
En lugar de criticar la cuenta deberían empezar por criticar a algunos de sus ciudadanos y su nivel de inteligencia.
Podrán decir cualquier cosa de sus creadores pero lo que no se puede negar es que el humor ayudó a poner un debate sobre la mesa que periodistas y medios llevan años esquivando.
Ahora se podrán indignar, pero lo cierto es que ahora saben que los españoles aprendieron a divertirse de gilipollas que vuelven en un cajón, y en el peor de los casos cuadripléjicos o en sillas de ruedas, y de esa indignación humillante, posiblemente nazca un cambio productivo.