La cuestión va más allá, por antecedentes históricos se pone a un presidente negro en el poder para que la opinión publica tenga una idea no-racista de los gobernantes y la sociedad en general (cuando en el fondo siempre ha existido el racismo de una u otra forma), y pueda así descansar en la complacencia y el auto-engaño.
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Algunos de los usuarios que han comentado este artículo desprenden un ingenio subliminal, no obstante, no es de extrañar que todo este potencial y energía humana se despercie de tal modo que sólo la gracia y la burla sirvan para satisfacer las necesidades egocentricas del hombre, y con esto la humanidad deje de ser humanidad.