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El partido de Albert Rivera ha revolucionado la comunicación política española con actos dinámicos donde no hay atriles y las intervenciones duran cinco o diez minutos. "Queremos que el formato sea en sí mismo transmisor del mensaje", explica el periodista y abogado que está detrás de la estrategia.
El retiro de la primera línea de Varoufakis y Monedero -con la enorme distancia intelectual que hay entre ambos- pone de manifiesto una evidencia tan vieja en los partidos políticos como su existencia, la falta de libertad para disentir.O en palabras de Alfonso Guerra, el que se mueva no sale en la foto. Ser un verso suelto será muy poético, pero poco práctico y rentable. Da igual que las formacio
El partido de Albert Rivera ha revolucionado la comunicación política española con actos dinámicos donde no hay atriles y las intervenciones duran cinco o diez minutos. "Queremos que el formato sea en sí mismo transmisor del mensaje", explica el periodista y abogado que está detrás de la estrategia.
El retiro de la primera línea de Varoufakis y Monedero -con la enorme distancia intelectual que hay entre ambos- pone de manifiesto una evidencia tan vieja en los partidos políticos como su existencia, la falta de libertad para disentir.O en palabras de Alfonso Guerra, el que se mueva no sale en la foto. Ser un verso suelto será muy poético, pero poco práctico y rentable. Da igual que las formacio