Para que se sepa lo que pasa en Salamanca y como los cazadores que se creen los dueños del campo."Pero convertir estas 4.000 hectáreas en un gran vedado de caza y prohibir las actividades cinegéticas no fue tarea fácil, como no lo ha sido expulsar a los cazadores que entraban y salían de la finca. Tuvieron que poner denuncias a la Guardia Civil; hubo más de un encontronazo con los furtivos, y hasta debieron instalar vigilancia para blindarse de los cartuchos. Este el espacio vetado a la caza más grande del Sur de Europa y uno de los más grandes de toda Europa."
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