Si, según la normativa educativa actual, los padres no tienen que desembolsar ninguna cantidad para adquirir el material impreso con el que trabajan sus hijos, ya que este lo sufragamos entre todos a través del CHEQUELIBRO, ¿por qué un gran número de colegios concertados sigue solicitándo a los padres libros de lectura y cuadernillos entre otras muchos materiales? ¿No se esconderá detrás de todo esto otro gran negocio en el que se mercadea con la educación de nuestros hijos?

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha reconocido una indemnización de 40.582 euros a una profesora que sufrió acoso laboral durante tres años en el colegio La Salle de Almería, gestionado por la Congregación Religiosa de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

¿Cuál es el gran mal de nuestras sociedades postindustriales y cibernéticas?: ¿A mí qué me importa?, un nuevo pasotismo mucho más peligroso que el de los años 80, una indiferencia tan malsana que nos paraliza a la hora de comprometernos con alguien o con algo. Por desgracia, ahora parece que nada es asunto nuestro y que, aunque descubramos grandes injusticias, no tenemos que intervenir ni impedir que se produzcan.

Juan Enciso, alcalde aún de El Ejido, imputado en varios casos de corrupción, pretende contralar la calidad de las letras del carnaval mediante la creación de un grupo de expertos que surpervisará la temática y contenido de las mismas. ¿Es esto otra manifestación de que la censura del régimen está volviendo?

Un estudio americano demuestra que desde hace un siglo los únicos que han seguido aumentando sus ingresos son los ricos, lo cual demuestra que somos bastante gilipollas cuando creemos que tienen derecho a quitarnos derechos sociales para salir de una crisis que no hemos creado nosotros.