#23 En serio, buscad, que hay estudios de psicopatología sobre el tema publicados, España inclusive, con numerosas entrevistas a agresores para intentar comprender ese perfil. Y no lo hay, ni se puede "prever", ni es cuestión de ideología ni de clase social ni de muchos otros factores que podrían ayudar a comprender el fenómeno. Son hijos sanos del patriarcado, que consideran que es normal y legítimo tener todo el poder en una relación e imponer cada aspecto de su existencia, pero no hay un transtorno mental llamado "maníaco del control". Y esa normalidad de su comportamiento se reafirma, día sí día también en los numerosos foros negacionistas de la VG o en el tratamiento mediático de mierda que se hace de las agresiones (se supone que había un Código Deontológico pero ¿alguna vez has visto una noticia sobre un caso de VG en el que se hable de algo más que el asesinato en caliente?¿se cuenta la condena posterior, cómo afecta al núcleo familiar...? No), así que se reafirman y surgen comportamientos imitativos (no es casualidad que el asesinato-suicidio sea tan "popular", cuando sería mucho más rápido y fácil que se suicidaran antes, y los medios tienen buena parte de culpa en cómo tratan y difunden el fenómeno, tan preocupados por el "efecto Werther" para el suicidio y con esto se la suda).
De hecho me gustaría que hubiese forma humana de que al empezar una relación pudieses saber si tu pareja tiene condenas previas por VG, pero no se puede, y sería muy necesario: los últimos datos que vi hablaban de casi un 30% con sentencias previas por VG agrediendo a su nueva pareja que no tiene ni idea del percal.
Ojalá se pudiese saber "qué tipo" de seres son así pero... A toda mujer nos gustaría saber si nuestro amigo de toda la vida es capaz de meternos mano cuando estamos durmiendo, pero fíjate tú, no hay manera de preverlo.
#21 Una persona mentalmente sana no se obsesiona con una mujer, no la persigue y no la mata, ni tampoco a sus hijos. Tiene algo en esa cabeza que le hace creer que no puede vivir sin esa mujer, o que ese abandono afecta a su ego de forma tan insoportable que necesita matarla para estar en paz. No me creo que una persona sana sea así. Como mínimo hay que retirar a ese señor de la calle y hacer una evaluación psiquiatrica y psicológica del interfecto. En todo caso, sacar de circulación a ese tipo de personas es mejor que esperar a que maten a su pareja o expareja y por supuesto, no dejarles irse de rositas para que conozcan a otra mujer e inicien un nuevo ciclo de violencia. Sea como fuere, el ataque actual contra la violencia de género deja bastante que desear, los números no engañan.